En medio de un mundo que a menudo se mueve a un ritmo frenético, donde los semáforos marcan el compás de nuestras vidas en las ciudades, existe un rincón especial en la provincia de Tarragona, Cataluña, que desafía esta norma: el Priorat.

Esta comarca, conocida por sus impresionantes paisajes y sus vinos de renombre mundial, es un refugio donde la vida fluye de una manera distinta, más lenta y en armonía con la naturaleza.

Aquí, l@s habitantes han optado por preservar la autenticidad de la comarca y han encontrado el equilibrio entre tradición y sostenibilidad. El cuidado de los cultivos tradicionales, el respeto por la naturaleza, el patrimonio y la cultura, son los pilares fundamentales que sostienen la forma de vida en esta tierra.

Uno de los motivos por los que decidimos vivir y crear nuestro proyecto en esta comarca, es su poca industrialización. La ausencia de grandes fábricas y la limitada presencia de la industria han contribuido a mantener un entorno natural prácticamente intacto. Aquí, la contaminación lumínica es mínima, permitiendo que las noches estrelladas sean un espectáculo que disfrutamos casi a diario desde nuestra terraza.

Si tienes la oportunidad de visitar esta comarca, te recomendamos que tomes un descanso de tu rutina y disfrutes de un paseo tranquilo y lento por sus pintorescos pueblos. Siurana y Albarca son paradas obligadas, donde la arquitectura tradicional y las vistas impresionantes te cautivarán. Escaladei, con su Cartuja de Santa María que data del siglo XII, te transportará a tiempos pasados y te permitirá explorar la esencia espiritual de la región.

En tu recorrido, te sorprenderán las pequeñas bodegas familiares, los molinos de aceite que aún funcionan como antaño, las ermitas con su encanto místico y los castillos abandonados que evocan historias de un pasado lejano. Cada rincón del Priorat tiene una historia que contar, un aroma que disfrutar y un sabor que deleitar.

Apúntate a unas vacaciones en Cal Cabré y compruébalo por ti mism@.